de adioses hace tiempo y besos bienvenidos, de primeras de cambio y de último vagón.
Tengo una soledad tan concurrida que puedo organizarla como una procesión,
por colores, tamaños y promesas, por época por tacto y por sabor.
Sin un temblor de más me abrazo a tus ausencias que asisten y me asisten
con mi rostro de vos estoy lleno de sombras de noches y deseos, de risas y de alguna maldición.
Mis huéspedes concurren, concurren como sueños.
josé luis, me abrazo a tus ausencias porque no encuentro a que más abrazarme
No hay comentarios:
Publicar un comentario